Buscando hospedaje en Georgetown.

La tarea más agotadora de un mochilero es buscar hospedaje. Por supuesto se puede consultar la Lonely Planet o cualquier otra guía de viajes pero no necesariamente los lugares indicados son los mejores o los más económicos. El mero hecho de figurar en ellas hace que los precios suban y que siempre  estén abarrotados.

Las lluvias de las últimas semanas nos han hecho cambiar los planes y hemos llegado a Georgetown en la isla de Penang antes de lo previsto. Pararemos aquí un total de 20 días hasta que llegue Ángel así que preparamos nuestras armas de persuasión y regateo para intentar sacar la mejor oferta. 

Primeramente, nos dirigimos a los lugares recomendados por otros mochileros que nos hemos encontrado durante el viaje. Por el camino pasamos por delante de otra “Guest House” en la que nos detenemos a preguntar:

-La doble 18 Ringgit? Wow, que barato… ¿Podemos echarle un vistazo?

-¡O LA LA! Las paredes, los muebles, la cama y la moqueta moteados de un color ennegrecido no precisamente de pintura sino de porquería. Un lugar sombrío y repleto de negatividad que pone los pelos de punta. Sólo las ratas brincarían con las montañitas del colchón deformado. Mejor seguimos nuestra ruta hacia la “Guest House” recomendada.

Son las 2 de la tarde y según los recepcionistas tienen todas las habitaciones económicas llenas hasta la semana que viene, si nos queremos quedar tendrá que ser pagando el precio de la habitación con aire acondicionado.

No nos conformamos, y como disponemos de tiempo y paciencia decidimos seguir nuestra intuición y entrar en el que nos llame más la atención. A la tercera va la vencida, entramos en un hostal muy cercano y nos muestran una habitación no muy grande pero aunque las paredes no están muy bien pintadas siguen siendo blancas. Las sábanas y el suelo están correctos y hay que decir que es el mejor colchón en el que nos hemos tumbado des de Singapur. Nuestra espalda nos lo agradecerá en un par de días así que nos la quedamos sin pensarlo ni un minuto más. Nos piden 25 Ringgit por día que conseguimos reducir a 23 (aún nos queda mucho que aprender en el arte del regateo…)

Listos y aposentados ya pasó lo peor. Estamos en Penang!